jueves, 26 de enero de 2017

A Career in Math Statistics and Data Science: A Bright Future

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Inglés, Español y Ciencias
Dr. Orville M. Disdier
Educador, epidemiólogo, researcher

Nelson Mandela nos advirtió sobre la importancia del lenguaje para el éxito social: “Si le comunicas un mensaje a una persona en un idioma distinto al suyo pero que pueda entender, ese mensaje llegará a su mente, pero si lo haces en su propio idioma, el mensaje llegará a su corazón”.  Y es que la comunicación efectiva es cada vez más importante para lograr la empatía social y por consiguiente establecer relaciones económicas productivas con otros individuos y con otras sociedades. De hecho, el pasado secretario de educación de los Estados Unidos, Arne Duncan, en una ponencia que ofreció en el año 2010 en la Universidad de Maryland, reconoció que la nación solo prosperará económicamente si el sistema educativo k-12 enfatiza en el dominio proficiente de más de un idioma y en el perfeccionamiento de las destrezas en las ciencias.

Por otro lado, aunque aún no se comprende bien cuál es el mecanismo exacto, cada vez son más los estudios que sugieren que la enseñanza efectiva de más de un lenguaje y de destrezas científicas mejoran significativamente las capacidades cognitivas y las probabilidades de éxito de los estudiantes.  Los análisis preliminares que he podido realizar, utilizando datos reales del sistema de educación pública de Puerto Rico, parecen apoyar la importancia del dominio de lenguajes y de las ciencias para el éxito.  Los resultados sugieren que, de todas las variables modificables (como lo es el aprovechamiento académico en las diversas materias, la asistencia y la disciplina), las más importantes para predecir la probabilidad de que un estudiante logre los requisitos para graduarse a tiempo, lo son el desempeño en los cursos de inglés, español y ciencias, en ese mismo orden.  En otras palabras, los estudiantes proficientes en estas materias tienden a tener éxito escolar.  Esta tendencia se mantiene independientemente del nivel socioeconómico del estudiante.


Parece ser entonces que, promover el dominio adecuado de más de un idioma, podría ser una muy buena idea, al igual que expandir el acceso a programas especializados en ciencias. Si lo que los datos nos sugieren es cierto, esto redundaría en mayores tasas de graduación y retención, y en menores tasas de abandono escolar.  Claro está, que este enfoque se tiene que hacer sin usurparle recursos al resto de los programas y cursos (como por ejemplo las bellas artes y la educación física) pues sería “desvestir a un santo para vestir a otro”.